miércoles, 19 de agosto de 2015

MI HOGAR

¡Vivo en el paraíso!
Mi casa esta en un valle de sonidos verdes y olores graves.
Vivo rodeada de grillos, de vacas y caballos, de lechuzas, de saltamontes, de mariposas… sonidos cercanos, cotidianos, con Denominación de Origen.
Mi casa huele a lavanda, a romero en la rocalla, a trigo verde creciendo, a polen y rosas blancas, a hortensias floridas, a tomates por madurar, a verde puro.
Mi casa suena a risas de niño, a música celta, a coro, a guitarra española, a pandereta y castañuelas, a jota montañesa. En mi casa se oye el silencio, casi se puede tocar.
En mi casa respiro aire vivo, no prefabricado, ni encapsulado, preñado de perfume en primavera, ahumado de leña quemada a fuego lento en invierno. Abro las ventanas, cierro los ojos, inspiro, me trasporto a mi interior. 
En mi casa respiro paz.
En mi casa huele a bizcocho, a chocolate recién hecho, a hogar, a merienda con hijos, a huevos fritos y a tortos de la abuela Lola, a mermelada casera.
En mi casa huele a niños, a "veneno", a colonia en sus cuerpecitos, a amor, a sexo, a perfume de mama, a cuerpo de papa, huele a vida.
Mi casa esta adornada, que digo, engalanada con un cielo tachonado de estrellas, todas fugaces, con cada una un deseo. 
Cada noche pido uno, no se gastan mi amor.
Los planetas se alinean por la noche, cuando leo el cuento a mis hijos, me envidian y quieren llevárselos, 

        -lo un ratito, el universo es tan grande.

Pero son míos, no se los dejo, sólo mirar. 
Por la gran lucera de cristal del tejado, nos ven, nos espían, solo la luna se cuela en mi casa y vela a mis pequeños,

        -Luna lunera, cuídamelos…

En mi casa hay un jardín de cuento, mullido y suave, me acuesto sobre la hierba fresca. Me muevo suavemente, en contacto íntimo con la tierra, en una simbiosis perfecta. Me abandono. 
La hierba fina, suave, me acaricia como un amante, todo mi cuerpo se estremece. Y miro al cielo. Las nubes me sonríen, quieren bajar a descansar conmigo, quieren parar en mi valle, pero no pueden, ellas siguen su viaje a otros paraísos,

        -Hasta pronto.

En mi casa siempre hay sol. Me envuelve en un cálido abrazo, me rodea y acaricia mi cuerpo, yo me dejo, soy vulnerable, no me resisto… es delicioso.
Mi casa es mi refugio, donde lloro, donde río, donde amo. Me marcho cada mañana, con el frescor del rocío, regreso cada tarde al abrazo cálido de mis pequeños, 

        -Mama esta en casa, ¡quiero mi beso…!

Cada noche mi hogar flota en el cielo de mi valle, mecida por el viento, nos transporta a otro mundo de sueño. 
Cada amanecer, se posa suavemente, en la tierra húmeda, se despereza y se coloca, se baña de sol y se llena de ruido de hijos, de duchas, de besos.

Mi hogar es mi refugio, son mis hijos, es mi amado, es parte de mi camino hacia la cima, soy YO.

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