Si no te persiguen
¿por qué corres tanto?
Te pierdes la vida,
entre risa y llanto.
¡Despacio, no corras!,
es un desatino,
te pierdes las cosas
bellas del camino.
Comienza escuchando
a tu corazón.
Tú tienes la fuerza,
tú tienes el don.
Respira profundo,
escucha a tu cuerpo,
te manda señales
mas, no estás atento.
Abre bien tus ojos
y mira dos veces,
que una no es bastante
¡No es lo que parece!
Absorbe la vida,
empápate de ella,
embriaga tu alma
con las cosas bellas.
Despacio, tranquilo,
no te vuelvas loco,
el que mucho aprieta
abarca muy poco.
Si quieres vivir
la vida a sorbitos,
ya lo dice Fonsi,
vive… ¡Despacito!
Con este poema resulté ganadora en el III Certamen de Poesía Bibliotecas Públicas de Santa Cruz de Bezana, en diciembre de 2022