Cuando creí perderte, fue cuando, en verdad, me
di cuenta de que quiero tenerte.
Descubrí el vacío mas profundo sin tu compañía.
El camino se me antojaba largo y la rutina me absorbía, hasta me pareció lograría
tragarme.
¿Qué sentido tendría sin ti?
Caminar solo no es una elección, sino una
imposición del destino me no me pidió permiso.
Pero, ¿quién se ha creído?
Yo quiero escoger a mi compañera, pero ella ya
está escogida.
Yo quiero caminar con ella, pero ella camina en
otra dirección.
Quiero vivir a su lado, compartir los días y las
noches, las luces y las sombras, pero no puedo.
Estoy atado, con las manos a la espalda,
mientras la vida, insensible, me abofetea a su antojo.
Mírame a los ojos y dime que es lo que ves,
mira, en realidad, a través de ellos, en el fondo de mi mirada estás tú.
Inoculada en el interior de mi ser.
Tus palabras se hunden en lo más profundo de mi
alma, acariciándola para abandonarla después.
Me duele tu indiferencia y rasga mi alma hasta
hacerla jirones.
Estoy solo, aquí, esperando tu regreso. Necesito
tu calor, la tibieza de tu cuerpo entregado. Tus manos se posan en mi rostro
con dulzura, casi levitan. Me siento completo, cuando estás conmigo, seguro,
satisfecho.
¿Qué quieres a cambio?
Pide lo que quieras, te daría cualquier cosa, el
mundo entero.
Te daría mi vida si en verdad fuese mía, pero ya
sabes que no me pertenece. La utilizo de prestado, con fecha de devolución
grabada a fuego en mi piel.
¿Cómo voy a darte lo que no es mío?, podría
robarlo, quizá.
Por ti
haría cualquier cosa, sería cualquier persona, iría a cualquier lugar en el que
estuvieses tú.
¿Por qué no me escuchas?.
Te miro y no te reconozco, lejana, ausente.
¿Acaso no me oyes?, te digo que te quiero, que quiero estar contigo, de veras…
Estas como ausente, te tomo la mano, tan suave,
como siempre y ni siquiera te inmutas. ¿Es que ya no me amas?
El tiempo se ha detenido a tu alrededor, no
logro poner en marcha de nuevo el reloj.
Dedícame al menos alguna de aquellas sonrisas
sinceras de antes. Las tienes guardadas, lo sé, para otra ocasión.
¿Por qué no te mueves?. Me cubre un silencio
pesado y me nubla la vista. Tampoco te veo, no puedo moverme, no vayas a irte
sin mi.
Llévame contigo allá donde quiera que vayas,
allá donde quiera que estés.
A ti te quiero, lo sabes, te quiero a TI.