Tenerte y la posibilidad de utilizarte me hacen libre.
Me sirves de instrumento. Afinado a la perfección, con maestría,
te utilizo.
Tú te dejas, te mueves sigilosa entre mi corazón y mi alma.
Fluyes después como el río, fresca y desenvuelta.
Eres maleable y dúctil. Herramienta de las nuevas
generaciones, como lo fuiste de las pasadas.
Desde que te conocí me gustaste. Mucho más en unas bocas que
en otras. Cuando se sirven de ti para hacer el bien.
Siempre contigo, antes de nada, PALABRA.
Siempre elegida, nunca truncada, LIBERTAD.
Relato presentado al III PREMIO
INTERNACIONAL DE MICRORRELATOS “MUSEO -DE LA PALABRA”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
déjame tus palabras, acompañando a las mías...