viernes, 22 de febrero de 2013

PREGUNTAS DE AMOR



-         Y, ¿cuánto dices que me quieres?

-         Te quiero tanto como la espuma de la ola cuando acaricia la roca. Etérea y material en el mismo instante. Transitoria y efímera pero constante y rotunda.

-         Pero, ¿cuánto amor es eso?

-         Eso es tanto amor como el que pueden cargar 10.000 hombres con sus brazos fuertes forjados por el trabajo duro. Sus cuerpos brillantes del sudor, que, como lágrimas de amor lloran sus poros. Acariciados por 10.000 hermosas mujeres de largos cabellos y ojos profundos.

-         Y ¿cuánto va a durar?

-         Lo mismo que un suspiro, amor mío. Un suspiro constante y eterno, diario con cada renacer tras mi sueño. Estás en él cada noche, viajo contigo y apareces después cada mañana. Suspiro al verte, anhelo tu presencia, me perturba tu esencia de “bella donna”.

-         Y, ¿qué me darás a cambio?

-         Te daré mi sangre, para que la envenenes de ti. Te daré mi aliento, para que respires por mí. Te daré mi cuerpo y mi alma, mi tiempo y mi esencia, mi aroma, mi vida, mi yo.

-         Y ¿qué me pides a cambio?

-         Todo y nada, amor mío. El cielo y el suelo, el mar y el desierto, el sol y la luna. Te pido lo que te doy, que no es poco. Te pido que estés ahí y sigas siendo tú. Te pido que me dejes amarte cada minuto, pero vuela libre para regresar después a mí… ¿Qué piensas?

-         Que me gusta el trato. Me gusta estar a tu lado en el día y en la noche. Yacer contigo en cada oportunidad que me brinda la vida. Compartir mis proyectos, empaparte de mis alegrías o con las lágrimas de mis penas. Descubrir el mundo y a las personas que viven en él. Disfrutar de lo vivido y lo que queda por vivir. Imaginar un futuro juntos y acompañados de –quizá- hijos. Escuchar de tu boca las palabras más hermosas. Regalarle a tus oídos mis anhelos. Suspirar por tu presencia con la tripa llena de mariposas juguetonas o acaso de tu semilla germinando. Descubrir el arco iris en los días de lluvia. Sentirme dichosa por tu dicha desbordada. Sentirme llena de gozo, llena de ti… ¿Y qué piensas tú?

-         Qué el amor es relativo, más lo que yo siento por ti va mas allá, permanece, amada mía.






























Seudónimo: Camino a la cima

jueves, 21 de febrero de 2013

ALMA DE LUNA



 
Se esconde, tímida, la luna,
detrás de las nubes lozanas.
Se rozan, se miran, se gustan,
parece que fueran hermanas.


Detrás, escondido, se encuentra,
el sol, de celos ardiente.
No puede tocar a su amada,
por eso la espera impaciente.


Las nubes conocen sus penas,
y cuidan de sus confidencias.
¡La luna y el sol se aman tanto,
a pesar de las inclemencias!.


Las lágrimas derramadas,
por este amor imposible,
en forma de lluvia nos cuentan,
historias de pasión sublime.


No lloréis, me pongo triste,
lánguida el alma dormida,
la luna les cuenta todo,
la pena se va enseguida.


Os diré cuanto le quiero,
pero no puedo tenerle,
por la noche es cuando vivo,
por el día es, cuando él hierve.


Como para no llorar,
piensan ellas desoladas,
nunca podrán encontrarse,
¡su amor no sirve de nada!.


Cuarteada su alma de luna,
espera ansiosa la respuesta,
es sólo cuestión de tiempo,
más la duda aprieta y pesa.


Descompuesta de amor vive,
y está dividida en pedazos,
puede que un día se encuentren,
y él la recoja en sus brazos.


Por eso la luna triste,
cree que llegará el momento,
en que su amado la alcance
y termine el sufrimiento.


La razón grita que olvide,
ella escucha sólo a veces,
sufren de amor en silencio,
ninguno se lo merece.


Grita el cielo su dolor,
en forma de truenos brama,
de furia ilumina el negro,
la tormenta descarnada.


De que nos sirve vivir,
si estamos muertos en vida,
si se nos niega el amor,
que acaben la noche y el día.


Cuando puedan estar juntos,
quererse y cuidar del cielo,
de las tierras y sus gentes,
su amor colmara su anhelo.

martes, 19 de febrero de 2013

PRIMO "BACIO"


Mi “primer beso”, no fue el primero que me dieron, pero si el primero que yo di.
Fue el de verdad.
Ahora hago memoria y me doy cuenta de que no recuerdo el día exacto.
Podría buscarlo en un viejo calendario… ¡Ha pasado tanto tiempo! Millones de años me separan de aquel, ninguno tan mágico.
No recuerdo el día, pero si las sensaciones.
Recuerdo aquellos bichitos, moviéndose nerviosamente en mi estómago, sin permiso.
Recuerdo la ligereza con que mis pies, me transportaron a lo largo del pasillo de aquel viejo autobús.
Recuerdo como las comisuras de mis labios formaron aquella sonrisa, amplia e imposible de borrar.
Recuerdo la sensación de embriaguez de todos mis sentidos.
Tanto con, ¿tan poco?
Ninguno se puede igualar.
Hubo otros, antes y después, casi tan especiales.
Pero ese beso, medio robado, con ese chico, que con los años se convertiría en el hombre de mi vida, en el padre de mis hijos…
Ese primer beso, no lo cambiaría por nada, por NADA.