viernes, 8 de marzo de 2013

FEMENINA Y SINGULAR


Cuando nací, descubrí enseguida que había sido niña y mi alegría, en ese momento, fue inmensa.
Supe de mi  suerte, pues con el tiempo, tendría la fortuna de convertirme en mujer.
Me alegré al pensar, que tendría mis propios hijos, nacidos de mi vientre, como yo acababa de salir del de mi madre.
Me sorprendió que, mi condición de hembra de mi especie, me fuese a acarrear alguna que otra desventaja en la vida, pero eso me haría más fuerte.
Celebre con un grito de felicidad la dicha de haber nacido femenina y singular.
Le hice un guiño cómplice a la matrona y ella, sorprendida, me respondió con una amplia sonrisa y me entrego a los brazos de mi madre.

Relato presentado al I Concurso de microrrelatos "Sobre la mujer"




2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Mirella,
      sabiendo de tus gustos en cuanto a lectura se refiere, es un gran elogio para mi.
      Mi abrazo para ti.

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